En medio del remezón por la divulgación del audio atribuido al exministro César Siles, el presidente Luis Arce posesionó ayer a Jessica Paola Saravia Atristaín como la nueva ministra de Justicia. Todo esto en un contexto marcado por dos aspectos clave: el ambiente electoral del país y el escándalo que salpicó a su antecesor.
Durante el acto de posesión, Arce reconoció las tensiones recientes y destacó la necesidad de dar continuidad institucional al trabajo del Ministerio de Justicia. “Ante las denuncias que ocurrieron el día sábado, el Gobierno nacional, asumiendo con responsabilidad, posesiona hoy una nueva autoridad para darle continuidad al trabajo del Ministerio de Justicia. Nuestra hermana Jessica ha sido viceministra y ahora asume la dirección de todo el ministerio”, declaró el Jefe del Estado.
“Este trabajo va a demandar un mayor esfuerzo, hermana Jessica. Estamos seguros que lo va a hacer con todo empeño, y pedirle a nuestro gabinete, a nuestras ministras, ministros la mayor colaboración en tantos temas que teníamos pendientes y que tenemos todavía pendientes”, señaló el mandatario.
El presidente también destacó la trayectoria de Saravia y garantizó que su relación con el Órgano Judicial será “armónica y dentro de la normativa”. “Sabemos de su profesionalismo y capacidad. Estamos seguros de que los temas pendientes del Ministerio serán llevados a buen puerto con la ayuda del gabinete y la Asamblea Legislativa”, dijo.
Arce no mencionó directamente el escándalo, pero su decisión fue interpretada como un intento por contener una creciente crisis en el Órgano Judicial que, según advirtieron autoridades del sistema de justicia, podría incluso afectar la credibilidad del proceso electoral previsto para agosto.
Con la renuncia de Siles y la polémica abierta, la flamante ministra Jessica Saravia asume una de las carteras más sensibles en un momento crítico para la institucionalidad democrática. Deberá enfrentar las tensiones entre el Órgano Ejecutivo y el Judicial, y responder a los cuestionamientos sobre la independencia de los jueces, en un año electoral marcado por la polarización política y las denuncias de injerencia.
Función pública
Hasta ayer lunes, Jessica Saravia se desempeñaba como viceministra de Justicia y Derechos Fundamentales, pero antes ocupó varios cargos en la administración pública. En el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, trabajó con el actual presidente.
Saravia es abogada y cuenta con una amplia trayectoria en instituciones públicas. Ha sido directora ejecutiva de la Autoridad de Fiscalización del Juego en dos gestiones distintas (2016-2019 y 2020-2023), además de viceministra de Lucha Contra la Corrupción entre 2012 y 2016.
Ha ejercido como abogada penalista, consultora en el Ministerio de Relaciones Exteriores y docente universitaria. Su formación incluye especializaciones en auditoría jurídica y sistemas de gestión de calidad y antisoborno.
Críticas al Gobierno
El destape del caso que involucra al ex ministro Siles ha suscitado el repudio de los principales representantes del Órgano Judicial y de la ciudadanía en general, pero en el caso de los políticos, uno de los primeros en manifestarse fue el expresidente Evo Morales, quien señaló que el audio “confirma una intervención directa del presidente Arce y su ministro de Justicia en el manejo del sistema judicial”.
“(El audio) revela que el TSJ, el TCP y la Fiscalía están sometidos al control político, violando la independencia de poderes. Este hecho vulnera gravemente la Constitución y anula la legitimidad de muchas decisiones judiciales”, escribió Morales en sus redes.
En julio de 2024, Morales acusó a Siles, por entonces Procurador General del Estado, de pedir dinero a 10 militares investigados en el supuesto golpe de estado fallido que encabezó el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga.
Siles inició un proceso penal por difamación, calumnias e injurias, lo que obligó al expresidente a retractarse de la acusación y a pedir disculpas públicas en enero de este año. Tras ello, Evo no volvió a tratar este tema.
