17 de mayo de 2024, 15:58 PM
17 de mayo de 2024, 15:58 PM
«La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y las nueve asociaciones departamentales de periodistas del país, expresamos nuestra indignación ante la propuesta de un oficial de la Policía Boliviana de transar con dinero la suspensión de una imputación en su contra por los delitos de lesiones graves y leves y atentado a la libertad de prensa contra dos periodistas«, comienza indicando el comunicado.
De acuerdo con el detalle, la ‘indignante propuesta’ ocurrió el 15 de mayo, durante una audiencia de conciliación en la que el teniente Víctor Hugo Santelices ofreció pagar la suma de $us 100 a los periodistas Miguel Ángel Rivero y Joel Orellana, para que dejen sin efecto la querella interpuesta por la violencia que ejerció contra ellos el 1 de enero de 2023, después de la aprehensión del gobernador Luis Fernando Camacho, en la ciudad de Santa Cruz, mientras desempeñaban su trabajo de cobertura.
En aquel entonces, Santelices fue plenamente identificado como autor de la agresión física contra los periodistas.
Protegiendo esta actividad delictiva, la Dirección Nacional de Inteligencia de la Policía Boliviana (Didipi) declaró la extinción del caso y descartó cualquier tipo de sanción interna prevista en el reglamento disciplinario de la institución del orden; sin embargo, fue imputado por la Fiscalía por lesiones graves y leves, por atentar contra la libertad de prensa y por ser considerado un peligro para la sociedad.
De ahí que «su oferta de dinero para evitar el proceso en su contra constituye una afrenta inaceptable, mella la dignidad de las y los periodistas y vulnera el derecho a la libertad de expresión y de prensa«, continúa el comunicado.
Es más, el sector exige «reparación y justicia. Respaldamos plenamente la demanda interpuesta contra el teniente Víctor Hugo Santelices, no podemos permitir que la impunidad naturalice la violencia y deje sin sanción a quienes cometen delitos contra las y los periodistas».
El teniente Víctor Hugo Santelices se desempeñaba en la UTOP de Cochabamba, pero fue movilizado a Santa Cruz para reforzar a sus camaradas. El primero de enero de 2023, el uniformado participó de los operativos realizados en las cercanías del Comando de la Policía con uniforme negro y capucha. Fue plenamente identificado por agredir físicamente a periodistas que cubrían los sucesos junto a otros medios de comunicación.
