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12 de marzo de 2024, 4:18 AM

12 de marzo de 2024, 4:18 AM

La estatal YPFB tiene apostadas sus fichas en el cambio de la logística de importación como método para reducir el costo de la subvención de combustibles. La reciente adquisición de crudo permitirá, según la compañía, incrementar en 2.000 barriles de petróleo adicionales para la producción de combustibles líquidos.

No obstante, analistas señalan que esta medida no solucionará el problema de raíz. Aseguraron que urge, en la actual coyuntura, revisar la actual Ley de Hidrocarburos y el sistema impositivo que actualmente rige en el sector.

Desde 2004 Bolivia subsidia el combustible para el consumo interno. La política se profundizó durante la gestión del expresidente, Evo Morales, continuó durante el Gobierno de transición de Jeanine Áñez y se refirmó durante la gestión del actual presidente, Luis Arce. 

Pero el costo de sostener esta medida es elevado y ha mermado la reserva de dólares del país.
 
Compra de crudo

Destacó también las iniciativas de la empresa para fortalecer la producción nacional de combustibles y disminuir los costos de generación de diésel y gasolina. 

Dorgathen explicó que el puerto de Arica, operado por YPFB Transporte, desempeña un papel crucial en estas estrategias.

Según el presidente de YPFB, que entre el crudo importado está el denominado Hidra, desde el sur de Argentina. 

Este petróleo, a decir del funcionario, cuenta con potencial de producir alrededor del 60% de gasolinas y un 30% de diésel, además de lubricantes y GLP. 

Este crudo, tras ingresar a la refinería, se convierte en una variedad de productos, asegurando el abastecimiento del mercado. 

El representante subrayó la importancia de incrementar la carga de las refinerías, ya que esto reduce los costos de transformación del crudo en combustibles.

“Para fin de año, esperamos poder subir por lo menos unos 2.000 barriles de producción diarios de crudo también para poder ingresar a la refinería”, dijo.

Actualmente, según el funcionario, Yacimiento realiza un esfuerzo conjunto, que abarca la producción nacional, la importación de crudo y la exploración.

Con esto se prevé elevar la carga de las refinerías y reducir los costos asociados a la producción de diésel y gasolina, aseguró. 

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, destacó la importancia que tiene esta medida que se realiza en medio de una disminución en la producción nacional de petróleo y condensado. 

“En Bolivia las refinerías están operando a muy poca capacidad, porque tenemos menor producción de petróleo; cada vez hay menos condensado, menos petróleo”, señaló la exautoridad.

Aseguró que la baja producción nacional está llevando al país a una situación crítica.

En ese sentido sostuvo que la importación de crudo es una solución imperativa para evitar el cierre de refinerías (como la de Santa Cruz) y mantener la producción de gasolina y diésel. 

Lamentó que la medida se implemente tarde, pero subrayó que es positiva, ya que permitirá ahorrar en el margen de refinación que las compañías internacionales cobran por importar combustibles, que está entre los 5 y $us 20. Destacó el monto importado representa un 9% del consumo nacional de combustibles.

“Están implementándola ahora porque las refinerías están llegando a un punto crítico debido a la baja producción de condensado y petróleo”, expresó Ríos.

Raúl Velásquez, investigador en hidrocarburos expresó su escepticismo sobre la efectividad de estas decisiones y señaló que el país continúa enfrentando problemas estructurales en el sector.

“El problema sigue, sigue latente en el país. Igual seguimos requiriendo divisas para poder importar ese crudo, entonces no solucionan nada”, enfatizó.

Afirmó que el hecho de presentar la importación de crudo como un hito histórico es desatinado, ya que refleja más bien un hecho negativo: Bolivia se está convirtiendo en un país importador neto de hidrocarburos.



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