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20 de mayo de 2024, 4:00 AM

20 de mayo de 2024, 4:00 AM

A escasos metros del río Piraí y en el espacio determinado para proteger a la ciudad de las inundaciones hay asentamientos irregulares que se convierten en una amenaza para el Cordón Ecológico.

La riada del 83 mostró la bravura de la corriente del Piraí, pero han pasado 41 años y muchos habitantes de la capital cruceña perdieron el miedo y aumentan las amenazas al bosque de protección.

Las regulaciones establecen que solo se pueden realizar actividades de investigación, turismo y recreación. No obstante, este pulmón verde enfrenta diversas presiones, que van desde desmontes, asentamientos, construcciones, apertura de caminos hasta la habilitación de lagunas destinadas a la cría de peces.

La ingeniera ambiental Sandra Quiroga señaló que el Cordón Ecológico es un área protegida municipal, pero hay un descuido que ha llevado a la pérdida de su cobertura boscosa acentuada en los últimos años, pese a que rige una pausa administrativa.

Durante una inspección realizada recientemente por la Alcaldía, la Gobernación y la Autoridad de Control Social de Bosques y Tierra (ABT), se constató que cada vez el área corre el riesgo de desaparecer. 

Sobre la llanura de inundación se encontraron viviendas, asentamientos, caminos y predios de fraternidad con canchas de fútbol y cabañas. 

Además, las personas que habitan en ese sector tienen pozos sépticos y esto es duramente cuestionado por ambientalistas, porque consideran que no deberían existir debido a que es una franja donde no se puede habitar; sin embargo, esto solo queda en la norma, pues en medio del bosque hay precarias viviendas y sólidas construcciones. Existen familias que han instalado sus negocios para abastecer a los que viven en esta área.

La instalación de servicios básicos abre la puerta para nuevos asentamientos, porque la mayor parte de los terrenos son privados. 

La directora del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regulación del río Piraí (Searpi), Gabriela Taceo, señaló que también preocupan los asentamientos ilegales que hay en los diques de contención, que están tomados por personas en situación de calle. 

Según un estudio divulgado por el Museo de Historia, desde 2001 hasta 2021, el Cordón Ecológico sufrió una pérdida de cobertura arbórea de 234,91 hectáreas, es decir, un promedio de 11,19 hectáreas por año, lo que significa un 23,39% de afectación desde 2000. Los mayores picos de pérdida se registraron en 2008 (32,01 ha), 2012 (25,04 ha) y 2019 (37,12 ha). 

Sin embargo, las presiones siguieron y, según un monitoreo satelital presentado por la Gobernación, hasta la fecha este espacio perdió cerca del 50% de la superficie de la llanura de inundación. 

Para Quiroga, el bosque de protección corre el riesgo de desaparecer si se avanza en la intención de ampliar la mancha urbana sobre esas 1.500 hectáreas de bosque urbano. 

Otra de las amenazas es la apertura de caminos utilizados para actividades de extracción de áridos, ya que hay nueve ingresos o caminos abiertos para el acopio y transporte de áridos y agregados. Los camiones que se encargan de transportar ripios recorren las sendas que partieron los bosques.

Impacto ambiental
Para el concejal Federico Morón, otra bomba de tiempo es la presencia de lagunas, donde incluso se ha llegado al extremo de desviar el curso de las aguas pluviales del canal Isuto para crear lagunas destinadas a la cría de peces.

Quiroga hace notar que a esto se suman las lagunas de tratamiento de Saguapac dentro del cordón, ya que la cooperativa se hizo acreedora de predios después de 2017 para hacer lagunas, y, según la ley, no pueden tratarse aguas servidas dentro de esa zona de protección ambiental, pues solo se permitían las plantas que había en ese momento, porque son antiguas. 

También se observó la acumulación de basura en distintas zonas que contaminan el medioambiente.

La seguridad es otro de los problemas en el cordón, puesto que los puestos de vigilancia, que deberían estar en funcionamiento, se encuentran totalmente destruidos y solo quedan restos de muros que sirven de escondites de los malvivientes ocasionales. Allí se cobijan drogodependientes, y los vecinos cercanos a este sector se quejan por los constantes asaltos.

Normas que no se cumplen
Además de la Ley 1434 que protege el Cordón Ecológico, en 2004 salió una ley que ordenaba a tres ministerios viabilizar la ejecución del Parque Metropolitano en cinco años, además de crear un fondo financiero que priorizara la zona durante 20 años, pero estas disposiciones no se cumplieron. 

Además, aún no se ha completado la protección contra inundaciones entre la urbe cruceña y el municipio de La Guardia, lo que aumenta el riesgo de una inundación.

Estudio
El alcalde Jhonny Fernández indicó que se han presupuestado Bs 750 millones para un nuevo plan de manejo del cordón, con lo que se determinará las actividades amigables con esta área de conservación.

Este martes realizaron una inspección en el Cordón Ecológico. Foto: Juan Carlos Torrejón
Cordón Ecológico. Foto: Ricardo Montero

Cordón Ecológico. Foto: Ricardo Montero



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