Mediante una carta, el precandidato presidencial Jaime Dunn explicó su decisión de alejarse de las negociaciones que tenía con la Acción Democrática Nacionalista (ADN) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), después de que esos partidos políticos denunciaran que los dejó a última hora, momentos antes del registro de las alianzas en el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Sin embargo, “es necesario antes aclarar con total transparencia que en ningún momento se rompió una alianza, pues tal alianza nunca llegó a formalizarse. Lo que existió fue un diálogo respetuoso, como debe haber entre demócratas. Conversaciones que agradezco profundamente”, escribió Dunn.
Señaló que, desde el comienzo del año, se reunió sin éxito con muchas fuerzas políticas, agrupaciones ciudadanas y líderes emergentes “con el único fin de encontrar puntos de encuentro sin ceder en principios esenciales: las ideas de la libertad, la renovación generacional, la apertura a nuevos liderazgos, la exclusión de políticos marcados por el pasado y la construcción de un proyecto que no naciera de pactos circunstanciales, sino de compromisos genuinos para salvar la patria”.
Aseguró que su propuesta con todos fue clara porque, según su versión, “no se trataba de negociar espacios, sino de construir una visión compartida para salvar Bolivia porque cuando un país se encuentra en crisis, no hay espacio para cálculos pequeños ni para intereses personales”.
“La patria no se divide ni se reparte; a la patria se sirve. En el proceso con ADN y el MNR, no logramos consolidar las coincidencias necesarias en el tiempo disponible para un acuerdo estructurado y duradero, para construir un nuevo modelo de acuerdo político que garantice la realización de las grandes tareas para sacar al MAS del Gobierno y poder construir la república auténtica y transformada que se necesita con urgencia”, justificó.
Remarcó que la historia reciente enseñó que los «bloques de unidad», centrados en sumar votos sin rumbo ni proyecto, “terminan debilitando la democracia y pavimentando el camino para la hegemonía del masismo que se apropia del Estado con impunidad”.
“Esa vieja política es precisamente la que debemos superar. Por eso, con absoluta convicción: para cambiar Bolivia de verdad, la libertad necesita nuevas estructuras, con nuevos liderazgos, con ideas frescas y principios firmes”, señaló.
Añadió que solo así se podrá “salir del ciclo del poder por el poder y comenzar una nueva etapa para Bolivia”, además pidió comprensión a quienes su hubieran decepcionado por su decisión.
“A quienes se sintieron decepcionados, les pedimos comprensión. A quienes apostaron por el diálogo, nuestro agradecimiento. A quienes intentan hoy usar este episodio para atacar, les respondemos con respeto, pero también con firmeza que preferimos no caer en lógicas del pasado que ya no responden al momento histórico que vive el país. Estamos aquí para construir algo diferente”, afirmó.
“Damos por cerrado este capítulo con respeto y esperanza porque el país no puede esperar más. Nuestra energía se centra en lo que realmente importa: construir un nuevo pacto ciudadano, no con el pasado, sino con el futuro que anhelamos conquistar”, concluyó Dunn en su misiva.
Continúa en carrera electoral
Aunque se alejó de ADN y MNR, Dunn también aclaró en pasados días que continuará con su carrera electoral porque asegura que “el vehículo, el instrumento político, está prácticamente listo y va a haber noticias”.
Destacó que está “avanzado totalmente como precandidato hacia la presidencia” y que está «ordenando muchas cosas para definir el avión con el cual hay que llegar a la presidencia».
«Hay vigencia de varias posibilidades, gracias a Dios somos una naciente fuerza política con muchas opciones”, afirmó.