A sus 24 años, Paula Palacios ha logrado cumplir uno de sus mayores anhelos: convertirse en la reina de la comparsa Testarudos, postulante a coronadores del 2026.
Estudiante de noveno semestre de Ingeniería Química, emprendedora y apasionada por el deporte, Paula es un claro ejemplo de determinación y organización.
Ella comparte su experiencia en el Carnaval cruceño, los desafíos que ha enfrentado en su rol como reina y su visión sobre el emprendimiento y la ingeniería.
¿Cómo estás viviendo esta experiencia de ser reina de los Testarudos?
Estoy muy feliz, este es un sueño que tenía desde niña. Yo era una testarudita y todos los años que salté les pedía a mis papás que quería ser reina. Por cosas de la vida no se daba y justo el año que mis papás aceptaron, no hubo reinita y todos íbamos en un carrito gigante. Iba saludando y me sentía la reina. Mis padres no lo podían creer cuando les conté. Ellos saben que siempre fue mi sueño.
¿Cómo te preparaste para asumir este rol con responsabilidad?
En el momento que me enteré de que iba a ser reina, entré en pánico. A mí me encanta hablar en público, nunca he tenido problemas para hacerlo, así que empecé a practicar discursos, a leer sobre el carnaval cruceño y hasta a practicar mi baile. Antes de que me presentaran, fueron muchas cosas las que practiqué y pulí para poder ser una buena representante de la comparsa Testarudos.
¿Qué dejaste de lado por el reinado?
Por el momento, nada. Estoy muy acostumbrada a días ajetreados y sé organizarme en un día muy ocupado. Justo estaba en clases de verano cuando me eligieron, entonces iba a clases y administraba mi tienda de ropa. Ahora me organizo para poder atender todo sin inconvenientes.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado como reina de comparsa?
Los zapatos, mi mayor reto son los tacos. Me encanta bailar, la comparsa me ha tildado de incansable y es verdad, tengo energías inagotables, pero no estoy muy acostumbrada a usarlos. Ha habido eventos donde voy con los pies completamente vendados. Incluso en la última preca que tuvimos, tenía los pies llenos de ampollas y me los tuve que vendar. Mientras hacíamos el recorrido, me di cuenta de que mi dedo se estaba poniendo morado porque me había apretado demasiado los vendajes. Tuve que pedir que, mientras bailaba, me los sacaran.
¿Te gustaría ser reina del carnaval?
¡Claro que sí! Creo que es el sueño de la mayoría de las mujeres cruceñas y yo no soy ajena a ese sueño. El sábado pasado fue la primera preca que salté en mi vida. El sentimiento que tuve no lo puedo explicar. En cada tramo que avanzábamos, se me querían salir las lágrimas. En ese momento entiendes cómo Santa Cruz ama sus costumbres y cómo la gente espera el carnaval. Yo lo viví un día y es un día que jamás olvidaré. Santa Cruz es mágica. Solo me imagino siendo reina del carnaval, viviendo ese mismo sentimiento en todas las precas. Sería un honor.
Recibir el amor del pueblo es una de las mejores cosas que se viven como reina.
¿Cómo nació tu espíritu emprendedor y en qué consiste tu negocio?
Mi familia me dice que soy “mil negocios”. Siempre me ha gustado tener mis propios ingresos, entonces siempre se me ocurrían ideas. Un día se me ocurrió vender ropa y subirla a Marketplace. Quería algo paralelo a mi carrera para tener ingresos mientras salía de la universidad. Así empezó todo. Luego me animé a hacer en vivo TikTok y la gente me empezó a conocer. Ahora ya tengo mi tienda en casa y cuento con el apoyo de mis padres, que son lo más importante que tengo.
¿Qué ha sido lo más desafiante y lo más gratificante de emprender?
Creo que todo emprendedor se topa con obstáculos. Siempre está el miedo a no saber cómo nos irá. Además, la atención al cliente es un campo difícil. La clave es la atención que le das al público. Yo soy muy charlatana, siento que hago conexión rápido con la gente y eso me ha ayudado mucho. Mi personalidad se adapta fácilmente a todo tipo de clientas y lo amo, porque al final termino siendo amiga de todas.
¿Qué consejo le darías a las mujeres jóvenes que quieren iniciar su propio emprendimiento?
Que se animen. En mi caso, mi mamá me animaba mucho y gracias a ella me lancé a tener mi propia tienda. No hay cosa más bonita que tener algo que es tuyo, que te costó esfuerzo, que empezaste desde abajo y que se convirtió en algo sólido. A todas las mujeres que quieren emprender y no se animan, les digo que ahora es el momento. La tecnología te abre muchas puertas, es una herramienta maestra al alcance de todos los emprendedores.
