El diputado Óscar Balderas presentó un proyecto de ley que propone la eliminación del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, como parte de una política de austeridad ante el complejo escenario económico que atraviesa el país. Sin embargo, su iniciativa va más allá de lo económico: busca generar un debate sobre el papel que cumple esta cartera en la relación entre el poder político y el sistema judicial.
“Este proyecto tiene por objeto enmarcarse en el contexto de austeridad que requiere el país, pero también reorganizar el rol del Órgano Judicial, que debe encargarse del funcionamiento de la justicia”, sostuvo Balderas en contacto con EL DEBER.
A su juicio, el Ministerio de Justicia no cumple una función de coordinación institucional, sino que opera como una instancia que subordina al sistema judicial al Ejecutivo.
Balderas, quien fue elegido por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), considera que esta distorsión agrava la crisis de independencia judicial que afecta al país desde hace años. “Lo único que vemos es una subordinación del Órgano Judicial hacia este ministerio, que, en su rol político, condiciona sus acciones y se ha encargado de operar en favor del Gobierno”, afirmó.
Si bien admite que el proyecto difícilmente será tratado en la Asamblea Legislativa, el legislador considera que es necesario iniciar una discusión seria sobre la reforma de fondo que necesita la justicia. En esa línea, citó como ejemplo a países como Costa Rica o Uruguay, donde no existe un Ministerio de Justicia y, según su criterio, se respeta de forma más clara la separación de poderes.
“Es el momento de tomar decisiones profundas. Habíamos tocado fondo hace muchos años, pero hasta ahora no se ha iniciado una reforma real. Eliminar ese ministerio sería un paso importante en la reconstrucción del Estado de Derecho”, concluyó.
El proyecto llega en un contexto especialmente delicado para el sistema judicial boliviano, marcado por denuncias de manipulación política, casos de corrupción, y la reciente renuncia del exministro César Siles, implicado en un escándalo por presunta injerencia sobre vocales y jueces.