La Paz conmemora 216 años de su gesta libertaria con una agenda llena de homenajes, ceremonias y la entrada folclórica en devoción a la Virgen del Carmen, pero también en medio de una profunda crisis económica y política, que derivan en tareas pendientes para su desarrollo.
Los actos protocolares comenzaron ayer con el solemne traslado de los restos de los protomártires y la instalación de una capilla ardiente en su honor. La agenda continúa hoy con la Sesión de Honor que se llevará a cabo en la Casa Grande del Pueblo con aproximadamente 300 invitados, entre representantes de organizaciones sociales y autoridades de los tres niveles del Estado.
“La Asamblea Legislativa Departamental tiene sesión de honor en la Casa Grande del Pueblo a las 8:30. Estarán presentes el gobernador Santos Quispe, el presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora; el vicepresidente, Jilata David Chuquehuanca y el alcalde del municipio de La Paz, Iván Arias. Haremos una sesión conjunta con la brigada parlamentaria de la
Cámara de Diputados”, informó Apolinar Baltazar, presidente de la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz (Aldlp).
En el acto se entregarán ocho reconocimientos, entre ellos a radio Splendid, la Central Obrera Regional de El Alto, y homenajes póstumos a Daniel Sánchez, director y fundador de Radio Panamericana e Hiroshi Ishida, más conocido como Ocasional Talento. En la tarde se tiene previsto el desfile cívico y el encendido de la tea en la casa del protomártir Pedro Domingo Murillo.
Mientras tanto, en la ciudad de El Alto, más de 60 fraternidades participarán en la tradicional entrada folclórica en devoción a la Virgen del Carmen, desde las 8:00, en la zona 16 de Julio.
El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Virgen del Carmen, Bernabé Torrejón, señaló que en el marco de la celebración del Bicentenario de Bolivia, las fraternidades lucirán trajes con los colores de la tricolor nacional: rojo, amarillo y verde.
La sombra de la crisis
En contraste a la celebración, los asambleístas departamentales Samanta Coronado y Lino Mamani lamentan que los 216 años del grito libertario se recuerden en medio de una fuerte crisis económica y política. Las autoridades señalan que la precariedad en los servicios de salud, la falta de proyectos productivos y las promesas sin presupuestos reales, empañan la efeméride paceña.
“Es una lástima, porque un departamento tan importante como es La Paz, donde está la sede de gobierno, donde tenemos la mayoría de las instituciones públicas, está en retroceso. La Paz cuenta con los cuatro pisos ecológicos que deberíamos potenciarlos, pero lastimosamente no se trabajó en ningún proyecto para poder avanzar en desarrollo productivo”, subrayó Coronado.
La legisladora también cuestionó que el gobernador paceño hubiera anunciado la construcción de una infraestructura hospitalaria sin contar con un presupuesto.
“No están trabajando en proyectos que se materialicen, todo lo contrario, vemos que son solo promesas vacías. Anunciaron la sala de emergencias y especialidades con un presupuesto de más de 300 millones de bolivianos, presupuesto que no existe, porque no pasó por la Asamblea Departamental, no tiene un proyecto de preinversión”, afirmó.
Por su parte el asambleísta Lino Mamani señaló: “No esperamos nada porque los gobernantes siempre nos han mentido, nos han hecho soñar indicando que habrán más carreteras, más puentes, más fuentes de empleo, más recursos económicos, pero prácticamente eso no se cumple. El edificio de la unidad de emergencias, no está inscrito en el POA, ahora están pidiendo un reformulado con 15 millones y no hay plata”.
Las autoridades coinciden en que la inflación, la subida del dólar y la disminución del POA repercuten en las obras. El presidente de la Aldlp enfatizó que el abastecimiento de combustibles es esencial para avanzar en el desarrollo de los proyectos.
La celebración también se da en medio de una crisis política persistente, marcada sobre todo por la confrontación entre el Ejecutivo y el Concejo Municipal, agravando el malestar social en un momento en el que se esperaba unidad frente al Bicentenario.