Jul 15, 2025 @ 3:53
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En medio de la creciente polarización y desconfianza política, un reciente estudio Delphi realizado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) de Bolivia, con la participación de analistas, periodistas y especialistas, pone de manifiesto una preocupación compartida sobre el futuro del país. A través de entrevistas realizadas entre el 28 de junio y el 8 de julio, los expertos consultados mostraron un panorama sombrío, especialmente en torno a la economía, la institucionalidad y la coyuntura electoral. 

El estudio, que no fue una encuesta convencional, sino un análisis cualitativo, refleja un consenso entre los participantes respecto a que Bolivia atraviesa una de sus peores crisis, donde los problemas económicos y la desinstitucionalización se erigen como las principales fuentes de incertidumbre. De acuerdo con los datos recogidos, el 92 % de los entrevistados coinciden en que la causa fundamental de la crisis actual es la desaceleración económica, seguida de la desconfianza en las instituciones gubernamentales y la débil gestión de los recursos del país. 

José Luis Exeni, coordinador de proyectos de FES – Bolivia, subrayó la importancia de este estudio en el contexto electoral, ya que se realiza justo a pocas semanas de las elecciones generales, un momento clave para el futuro del país. Los datos obtenidos reflejan que la situación política también se percibe como crítica, con un 40,2 % de los consultados atribuyendo la crisis política a la desconfianza en las instituciones y un 38,5 % destacando la judicialización de la política como una causa central del desgaste democrático. 

La situación económica tampoco es menos alarmante. La creciente inflación, la escasez de combustibles y la devaluación de la moneda han puesto en jaque a la población, y los expertos entrevistados no son optimistas: el 60,7 % de los consultados prevé que la economía empeorará hasta fin de año. La falta de un liderazgo claro, sumada a una sensación generalizada de inestabilidad, alimenta la preocupación por un futuro incierto. 
La desconfianza en las instituciones electorales es otro tema clave. 

A pesar de los esfuerzos por garantizar la transparencia, un significativo 67,2 % de los entrevistados cree que las elecciones del 17 de agosto están solo “algo garantizadas”, mientras que un 16 % considera que su fiabilidad es mínima. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) enfrenta una crisis de confianza, con un 49,6 % de los entrevistados manifestando que desconfían parcialmente de su imparcialidad, especialmente debido a acusaciones de parcialidad política y subordinación al Tribunal Constitucional Plurinacional. 

El panorama político y económico proyectado por el estudio Delphi deja en claro que Bolivia se enfrenta a un período de incertidumbre y desafío. Con un 93,3 % de los participantes temiendo una mayor conflictividad social y un 62,2 % sintiendo incertidumbre respecto al futuro, el país se encuentra en un cruce de caminos que requiere una reflexión profunda sobre su modelo político y económico. A tan solo días de las elecciones, la necesidad de un diálogo abierto, plural y constructivo nunca ha sido tan urgente. 

Este contexto de crisis política, económica y social pone en evidencia la necesidad de un liderazgo que promueva la unidad y la estabilidad, en lugar de profundizar las divisiones existentes. Los resultados del estudio Delphi también subrayan la importancia de fortalecer las instituciones democráticas para recuperar la confianza ciudadana, un reto que, más allá de la contienda electoral, será clave para la sostenibilidad de la democracia en Bolivia. Con un futuro incierto y la población cada vez más desilusionada, el próximo gobierno tendrá la responsabilidad de liderar un proceso de reformas urgentes, confianza y generar soluciones a los problemas estructurales del país.

 



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